Skip to content Skip to footer

¿Sabes qué animal utilizamos para nuestra carne cultivada?

Para elaborar carne cultivada se pueden utilizar las células de cualquier animal, ya que el proceso es el mismo independientemente de dónde venga el tejido.

En BioTech Foods trabajamos con carne de vacuno. Como ya os hemos contado aquí, extraemos una muestra del tejido de la vaca, aislamos las células musculares y las hacemos proliferar hasta obtener la carne que, mirada al microscopio, es exactamente igual que la que obtenemos directamente de la vaca, solo que el animal sigue vivo, hemos minimizado la probabilidad de contaminación con bacterias u otros patógenos y hemos utilizado muchos menos recursos en su obtención.

Ofrecer una alternativa complementaria al consumo de carne de vacuno obtenida de forma tradicional ofrece una importante ventaja medioambiental y es que se necesitarían muchas menos vacas para alimentar a la humanidad, ya que con una sola muestra podemos producir por ejemplo 80.000 hamburguesas.

Emisión de metano

Hay que tener en cuenta que el ganado vacuno es un gran emisor de metano, un gas de efecto invernadero que se genera en el interior del aparato digestivo de los rumiantes cuando se fermenta el alimento que consumen y que tiene consecuencias negativas para el medioambiente al ser expulsado por la vaca al exterior, a través principalmente de los eructos. Aunque el metano se encuentra en menor medida que el CO2, lo cierto es que es un gas muy potente, directamente implicado en el efecto invernadero y el cambio climático.

El problema por supuesto no son las vacas, que han habitado nuestro planeta por miles de años sin haber ocasionado ningún daño por sí mismas; el problema es el número de vacas. Hoy en día, existen más de 1300 millones de ejemplares bovinos. Cada vaca, expulsa 200 gr de metano al día, lo que hace que al año suponga unos 100 millones de toneladas de metano. A este proceso natural de la vaca, hay que sumarle el resto de actividades humanas e industriales que conlleva el sector ganadero, que hace que la aportación total de la ganadería bovina al calentamiento global sea del 10%.

Utilización de recursos

Por otro lado, a nivel mundial, la ganadería ocupa el 30% de la tierra libre de hielo. Asimismo, el consumo excesivo de forraje provoca una degradación de la vegetación y una mayor erosión del suelo. El agua es otro de los recursos que este sector utiliza abundantemente, tanto para el consumo del animal que lo hace sobre todo a través del forraje, como para el funcionamiento de las propias instalaciones ganaderas. Se calcula que para obtener un kg de carne se habrá consumido cerca de 15.000 litros de agua.

En contraste, la carne cultivada se puede producir utilizando un 99% menos de tierra y un 96% menos de agua.

La demanda y producción mundial de productos procedentes de la ganadería está aumentando rápidamente, debido tanto al aumento de la población como a nuestro estilo de vida, donde prima un consumo elevado de carne. Ciertamente, el sector ganadero es clave y esencial para la seguridad alimentaria y el desarrollo y el crecimiento económico; no obstante, este crecimiento debe abordarse de manera sostenible, teniendo en cuenta la finitud de los recursos y la salud tanto humana como del planeta. Por eso, la adopción de medidas medioambientalmente responsables por parte del sector y la integración de nuevas formas de obtener proteína que sirvan de complemento a esta industria serán claves para garantizar un sistema alimentario mucho mejor para todos.