La obligación de adoptar un modelo más sostenible en el uso de los recursos es algo a lo que ya no podemos dar la espalda. Porque ya no solo es necesario, sino que es urgente.
Actualmente, nos encontramos en una fase de alto desarrollo de formas más respetuosas con el planeta, ya sea para producir energía, para gestionar nuestros residuos, para obtener los servicios que necesitamos, para movernos…
Estas formas innovadoras, hoy por hoy, deben combinarse con aquellas más convencionales para conseguir, entre todos, satisfacer las necesidades de la demanda. Lo vemos, por ejemplo, en el sistema de obtención de energía, donde utilizar diferentes fuentes es una herramienta eficaz para suministrar energía de una manera eficiente y, al entrar las fuentes limpias, también más sostenible. Así, hoy por hoy, todavía son las fuentes de origen fósil (como el carbón, el petróleo y el gas natural) las más utilizadas, pero conviven con la nuclear, la solar, la eólica, la hidráulica, la térmica o la biomasa, que cada vez adquieren mayor desarrollo y protagonismo y facilitan la tan necesaria transición energética hacia ese modelo que garantice no solo nuestra supervivencia, sino también la del planeta.
Combinación de fuentes, también para alimentarnos
Sin duda podemos hacer un paralelismo entre la energía que necesita nuestro desarrollo industrial y la energía que necesitamos nosotros mismos; en este caso, hablamos de lo que comemos, de nuestro sistema alimentario.
Garantizar la disposición de alimentos saludables para una población en constante aumento y hacerlo de una manera respetuosa con el planeta es un reto en el que todas las formas de producción deben estar unidas.
Como ya indicó Iñigo Charola, CEO de BioTech Foods, en una entrevista reciente en el programa La Trilla de Capital Radio, “la convivencia con el sector ganadero tradicional se va a dar de una manera muy natural. Ya lo estamos viendo con muchísimos otros productos disponibles en el mercado; hace años, por ejemplo, se lanzaron las bebidas vegetales que ofrecen una alternativa para aquellas personas que, por diferentes motivos, no quieren consumir leche de origen animal y, hoy en día, conviven perfectamente. Al final lo importante es que el consumidor tenga opciones y que nosotros seamos capaces de crear un sistema de producción de proteínas más equilibrado”.
ESCUCHA AQUÍ LA ENTREVISTA COMPLETA, A PARTIR DEL MINUTO 12, EN LA TRILLA
La agricultura sigue siendo responsable de alrededor del 10 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, de las cuales el 70 % se debe a animales de ganado. Junto a la manufactura, procesamiento, envasado y transporte, lo cierto es que el sector alimentario es uno de los que más contribuye al cambio climático, a pesar de que se están haciendo esfuerzos por reducir su impacto. En este contexto, las formas más innovadoras de obtener proteína -que nacen ya con la vocación de la sostenibilidad- son el aliado necesario, como ocurre en el caso de la energía con las fuentes renovables, para lograr abastecer a la humanidad facilitando la imprescindible “transición alimentaria”.