El marco regulatorio se abre en Europa para la carne cultivada. Este verano, han tenido lugar dos hitos de gran importancia en este sentido: Países Bajos ha autorizado los test de carne cultivada y, en Suiza y UK, se ha comenzado el procedimiento de solicitud de aprobación regulatoria. Os contamos en este post los pasos que se han dado hasta ahora para la regulación de la carne cultivada en el mundo.
Singapur, el primero
En diciembre de 2020, este país asiático se convirtió en el primero del mundo en regular la comercialización de la carne cultivada tras el análisis de la Agencia de Seguridad Alimentaria de Singapur, que dictaminó que la carne cultivada era apta para el consumo humano. Para lograr esta aprobación, la documentación estudiada por la Agencia incluía información sobre la pureza, identidad y estabilidad de las células de -en este caso- pollo durante el proceso de fabricación, así como una descripción detallada del proceso de elaboración que demostró que el pollo cultivado cumplía con los controles de calidad del riguroso sistema de control de seguridad alimentaria. El primer menú con carne de pollo procedente del cultivo celular se sirvió en el restaurante 1880 y posteriormente se extendió su comercialización a otros restaurantes y establecimientos minoristas del país.
EEUU, el gran paso
Hace unos meses, fueron la FDA y el Departamento de Agricultura estadounidenses quienes autorizaron el consumo y venta de carne cultivada en este país, constituyendo sin duda un paso de gigante para el sector. Es preciso señalar que la autorización es dada para un producto concreto que presenta una compañía y que se tiene que presentar una solicitud por cada producto que se quiera comercializar.
Primero se obtuvo la luz verde la FDA, en noviembre de 2022, quien realizó un exhaustivo análisis del producto y de su proceso de fabricación, concluyendo que “los alimentos compuestos por, o que contienen, material de células de pollo cultivadas resultantes del proceso de producción definido […] son tan seguros como los alimentos comparables producidos por otros métodos”.
En junio, la carne cultivada recibió la autorización definitiva por parte del Departamento de Agricultura (USDA) para el etiquetado, obteniendo el «registro de inspección», aprobado tras un proceso riguroso que incluye la evaluación del sistema de seguridad alimentaria de la empresa que quiere comercializar el producto.
El conocido cocinero español José Andrés será uno de los primeros en incluir la carne cultivada en el menú que ofrece en su restaurante de Washington.
Primeros movimientos en Europa
Países Bajos, Suiza y UK son los países que han tomado la delantera en Europa. Las agencias regulatorias de estos dos últimos ya han empezado a evaluar sendas solicitudes de comercialización que han recibido, un proceso que puede llevar entre un año o dos.
En Holanda, lo que se ha autorizado por parte del Gobierno de este país es la degustación de la carne cultivada, que debe hacerse bajo unos parámetros y protocolos determinados, ya que la EFSA aún no ha autorizado su consumo en la Unión Europea. No obstante, esta autorización supone un primer gesto de bienvenida a la carne cultivada, aunque aún habrá que esperar un tiempo para que en los países de la Unión Europea se pueda comercializar.
Han pasado 10 años desde que un equipo de científicos holandeses liderados por Mark Post, de la Universidad de Maastrich, presentaran en Londres la primera hamburguesa elaborada a base de carne cultivada de vacuno. Desde entonces, la investigación ha permitido un fulgurante desarrollo de este prometedor sistema de generación de proteína animal, que ya ha cuenta con el aval de importantes agencias regulatorias y se encuentra a las puertas del escalado industrial, cada vez más cerca de que los consumidores puedan optar por la carne cultivada en el lineal de sus supermercados.